Niveles de Atención y Prevención en Fisioterapia

La fisioterapia es una disciplina esencial dentro del sistema de salud, encargada de promover, mantener y restaurar el movimiento y la función corporal a lo largo de la vida. Su intervención se organiza a través de niveles de atención y de prevención, los cuales permiten una mejor planificación y ejecución de los servicios fisioterapéuticos según las necesidades de la población. Niveles de Atención en Fisioterapia Los niveles de atención en fisioterapia están alineados con el sistema de salud y se dividen en: 1. Primer nivel de atención: Se orienta a la promoción de la salud, prevención de enfermedades y tratamiento de condiciones leves. Se desarrolla principalmente en centros de salud, consultorios comunitarios o domicilios. El fisioterapeuta actúa como educador y promotor del autocuidado. 2. Segundo nivel de atención: Atiende casos que requieren diagnóstico y tratamiento especializado, como lesiones musculoesqueléticas o neurológicas moderadas. Suele desarrollarse en clínicas especializadas o centros de rehabilitación. 3. Tercer nivel de atención: Atiende condiciones complejas que necesitan equipos multidisciplinarios e intervenciones avanzadas. Se lleva a cabo en hospitales de alta complejidad o institutos especializados. Niveles de Prevención en Fisioterapia Los niveles de prevención permiten abordar la salud desde una perspectiva proactiva, y se clasifican en: 1. Prevención primaria: Busca evitar la aparición de enfermedades o lesiones. Incluye educación postural, programas de ejercicio físico, ergonomía y campañas de concientización. 2. Prevención secundaria: Se enfoca en la detección precoz y tratamiento oportuno para evitar complicaciones. Involucra terapias tempranas para lesiones, pruebas funcionales y programas de intervención rápida. 3. Prevención terciaria: Tiene como objetivo reducir las secuelas de enfermedades crónicas o discapacidades. Se centra en la rehabilitación integral, reintegración social y laboral del paciente. 4. Prevención cuaternaria (menos conocida): Orientada a evitar intervenciones innecesarias o excesivas. Promueve una atención ética, basada en evidencia y centrada en el paciente. Fuente bibliográfica: Gómez-Conesa, A. (2015). Fisioterapia y salud pública: niveles de prevención y atención fisioterapéutica. Revista Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología, 18(1), 4-11. https://doi.org/10.1016/j.rifk.2015.02.001

Las contradicciones o contraindicaciones

Las contradicciones o contraindicaciones en fisioterapia son situaciones o condiciones en las que la aplicación de ciertos tratamientos fisioterapéuticos puede ser perjudicial para el paciente, por lo que deben evitarse o manejarse con precaución. Estas contraindicaciones varían según el tipo de terapia y la condición del paciente, y se clasifican en absolutas (cuando el tratamiento está totalmente contraindicado) y relativas (cuando se debe evaluar caso por caso).

Contraindicaciones generales de la fisioterapia
Tumores malignos: La fisioterapia está contraindicada en pacientes con tumores malignos debido al riesgo de estimular el crecimiento tumoral o diseminar células malignas
Cardiopatías descompensadas y endocarditis activas: Pacientes con problemas cardíacos graves no deben recibir ciertos tratamientos, especialmente electroterapia o ejercicios intensos
Fiebre y procesos infecciosos agudos: Estados febriles o infecciones activas contraindican la fisioterapia, ya que puede empeorar el cuadro clínico
Heridas abiertas, inflamación aguda o edema: La presencia de heridas abiertas o inflamación activa impide la aplicación de técnicas como termoterapia, masoterapia o electroterapia
Trombosis o tromboflebitis: Riesgo de embolias y complicaciones graves contraindican la fisioterapia en estas condiciones
Marcapasos y dispositivos intracardiacos: La electroterapia está contraindicada en pacientes con marcapasos por riesgo de interferencia eléctrica
Epilepsia activa: Algunos tratamientos pueden desencadenar crisis, por lo que se desaconsejan
Embarazo: Ciertas técnicas, especialmente aquellas que implican calor profundo o electroterapia en la zona uterina, están contraindicadas para evitar daño fetal
Glaucoma y enfermedades oculares específicas: Algunas técnicas pueden aumentar la presión intraocular, por lo que se deben evitar

Contraindicaciones específicas según el tipo de fisioterapia
Fisioterapia respiratoria: No está indicada en casos de inflamación bronquial aguda, ya que puede provocar broncoespasmo y empeorar la dificultad respiratoria
Electroterapia: Contraindicada en zonas con implantes metálicos, heridas abiertas, isquemia local, o pacientes con alteraciones de la sensibilidad
Termoterapia: No se debe aplicar en áreas con anestesia cutánea, inflamación aguda, riesgo de hemorragia, neoplasias o isquemia local
Masoterapia (masajes): Contraindicada en inflamaciones agudas, infecciones, flebitis, embolismos, várices severas, artritis reumatoide activa, tumores óseos, y en ciertas regiones vulnerables del cuerpo
Kinesioterapia motora y ejercicio terapéutico: No se recomienda en fracturas en consolidación, osteotomías, procesos inflamatorios articulares con dolor intenso, hiper-laxitud articular (excepto parálisis flácida), anquilosis establecida o tumores óseos
Contraindicaciones adicionales
Pacientes con alteraciones neurológicas graves o mal estado general: Puede limitar la efectividad y seguridad del tratamiento
Pacientes con piel delicada, desgaste articular o condiciones particulares (como embarazo): Requieren evaluación cuidadosa para adaptar el tratamiento
Pacientes con dispositivos metálicos o prótesis: Algunas técnicas deben ajustarse para evitar quemaduras o daños

Tratamientos de fisioterapia:

Terapia manual:
Incluye técnicas como masajes, manipulación de tejidos blandos, y movilización articular para aliviar la tensión muscular, mejorar el rango de movimiento y reducir el dolor.
Terapia de ejercicios:
Implica la realización de ejercicios específicos para fortalecer músculos, mejorar la flexibilidad, aumentar la movilidad y recuperar la función.
Agentes físicos:
Utiliza el calor (termoterapia) o el frío (crioterapia) para aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la circulación.
Hidroterapia:
Emplea el agua como medio terapéutico para ejercicios en un entorno acuático, lo que permite mayor movilidad y menor impacto en articulaciones.
Electroterapia:
Utiliza corrientes eléctricas para aliviar el dolor, reducir la inflamación, estimular la recuperación muscular y la función nerviosa.
Terapia miofascial:
Se enfoca en la liberación de la tensión en los músculos y tejidos conectivos para mejorar la movilidad y reducir el dolor.
Kinesiotaping:
Utiliza cintas adhesivas elásticas para proporcionar soporte y estabilidad a las articulaciones, mejorar la función muscular y reducir el dolor.
Terapia instrumental miofascial:
Usa instrumentos para liberar los puntos de tensión muscular y mejorar la flexibilidad.
Reeducación propioceptiva:
Ayuda a mejorar la percepción del cuerpo en el espacio y a controlar el movimiento, lo que es fundamental para la recuperación y prevención de lesiones.
Masajes:
Tanto el masaje clásico como el masaje reflexivo se utilizan para relajar los músculos, mejorar la circulación y aliviar el dolor.

PATOLOGÍAS MAS COMUNES DENTRO DE LA FISIOTERAPIA

1. Lumbalgia (dolor lumbar)

Causas: Mala postura, sobreesfuerzo, hernias discales, degeneración.

Tratamiento:

Terapia manual (masaje, movilización)

Ejercicios de fortalecimiento y estiramiento

Electroterapia y calor local

Educación postural

2. Cervicalgia (dolor cervical)

Causas: Estrés, malas posturas, hernias cervicales.

Tratamiento:

Terapia manual y estiramientos

Reeducación postural

Ejercicios de movilidad cervical

Técnicas de relajación

3. Lesiones deportivas (esguinces, tendinitis, roturas musculares)

Causas: Sobrecarga, traumatismos, entrenamiento inadecuado.

Tratamiento:

Crioterapia (fase aguda)

Masoterapia y vendajes funcionales

Ejercicios de readaptación

Propiocepción y fortalecimiento

4. Artrosis y artritis

Causas: Degeneración articular, inflamación crónica.

Tratamiento:

Movilización articular suave

Hidroterapia

Electroterapia analgésica

Ejercicio terapéutico adaptado

5. Hernias discales

Causas: Degeneración del disco, esfuerzos repetidos.

Tratamiento:

Descompresión vertebral

Ejercicios para la estabilidad del core

Reeducación postural

Fisioterapia neuromuscular

6. Ictus (ACV) y lesiones neurológicas

Causas: Daño cerebral o medular.

Tratamiento:

Reeducación del movimiento

Estimulación neuromuscular

Ejercicios de equilibrio y coordinación

Terapias de integración sensorial

7. Rehabilitación postquirúrgica (prótesis de rodilla, cadera, etc.)

Tratamiento:

Drenaje linfático y control del dolor

Recuperación de movilidad

Fortalecimiento muscular

Reentrenamiento funcional

Especialidades en fisioterapia

Con el paso de los años, la fisioterapia ha ido creciendo en número de especialidades. Y es que, la sociedad en general, en algún momento de su vida, precisará de la ayuda de estos especialistas para el abordaje de su patología o lesión concreta. Si a esto le añadimos que cada vez somos más conscientes de la importancia de la actividad física para llegar a la edad avanzada con el estado de salud más óptimo que podamos, nos cercioramos de la importancia que cobran los fisioterapeutas para ayudarnos a recuperarnos de esas lesiones

De entre las numerosas alternativas de especialización que tienen los profesionales fisioterapeutas, destacamos las siguientes:
Fisioterapia neurológica. Está enfocada a aumentar la calidad de vida de las personas que presentan trastornos neurológicos. Gracias a un tratamiento regular, algunas personas pueden mejorar mucho físicamente. Dentro de esta rama, hay que distinguir entre fisioterapia neurológica infantil y fisioterapia neurológica para adultos.
-Pediátrica. Sirve para ayudar a los niños con trastornos del desarrollo o que padecen dolencias puntuales. Con este tipo de fisioterapia se tratan afecciones músculo-esqueléticas, neurológicas, respiratorias o reumatológicas, entre otras.
-Geriátrica. Se emplea para combatir los efectos derivados del envejecimiento, que conlleva un aumento de los problemas de salud. Gracias a la fisioterapia, se pueden paliar los síntomas y contribuir al bienestar corporal de las personas de avanzada edad.
-Ginecológica. Con la fisioterapia mejora considerablemente la salud del suelo pélvico. Puede tratar el preparto, el posparto, la incontinencia urinaria o las disfunciones sexuales.
-Respiratoria. Es una especialidad de la fisioterapia dedicada a la prevención, tratamiento y estabilización de las disfunciones o alteraciones respiratorias. Algunos de sus objetivos, son: el aclaramiento mucociliar, mejorar la ventilación pulmonar, el intercambio de gases y la función de los músculos respiratorios.
-Salud mental y psiquiatría. Gracias a la ayuda de un especialista en fisioterapia se logra disminuir la sensación de ansiedad, a la vez que se consigue encontrar un equilibrio entre cuerpo y mente.
Traumatológica. Es la rama de la fisioterapia enfocada al tratamiento de las fracturas óseas, las luxaciones, esguinces o las inflamaciones, entre otras lesiones.
-Oncológica. Los pacientes oncológicos también pueden beneficiarse de la fisioterapia. Y es que, la estimulación del tratamiento contribuye a mejorar la sensación de bienestar.

El rol de la fisioterapia en la sociedad

La fisioterapia contribuye a la prevención de lesiones, el manejo del dolor y la rehabilitación de funciones motoras tras enfermedades o accidentes. Además, promueve la salud mediante el fomento de estilos de vida activos, favorece la inclusión social de personas con discapacidad y ofrece atención personalizada en todas las etapas de la vida, mejorando la calidad de vida de la población. 1. Prevención Evita lesiones y complicaciones crónicas. Educación en postura, ergonomía y ejercicio. 2. Rehabilitación Recuperación tras cirugías, accidentes y enfermedades neurológicas. Reintegro funcional y motor. 3. Manejo del dolor Terapia manual, electroterapia y ejercicios. Mejora de la calidad de vida. 4. Promoción de la salud Fomento de la actividad física y hábitos saludables. Prevención de enfermedades como diabetes y enfermedades cardíacas. 5. Inclusión social Potencia la independencia de personas con discapacidad. Favorece la participación en actividades sociales, escolares y laborales. 6. Atención integral en todas las etapas de la vida Desde bebés hasta adultos mayores.